Carlos Molero

Francisco Marhuenda García (Barcelona, 1961) acaba de cumplir su cuarto año al frente del diario LA RAZON, a cuya dirección llegó procedente de la delegación de Cataluña.

Periodista, abogado, profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, lector impenitente, apasionado de la Historia, su currículum habla también de su paso por la Administración del Estado, como jefe de gabinete en los ministerios de Administraciones Públicas y de Educación y Cultura, y también como Director General de Relaciones con las Cortes, entre 1996 y 2001.

Pregunta.- Es usted un enamorado de la Historia y un coleccionista tenaz de libros de Historia. ¿Qué le impulsa a ello?

Respuesta.- Desde pequeño, lo fui viendo en casa, a mi padre le encantaba la historia, y a mí también. Disfruto tanto leyendo un libro de Historia de cualquier tipo: de una persona, una biografía, o de un país o de un hecho concreto. Cualquier libro de historia siempre aporta una enorme riqueza y es enormemente interesante. La Historia te ayuda siempre a entender el momento en el que vives. Cuando se habla de los conflictos en los países árabes, de la «Primavera árabe» por ejemplo, si no conoces la Historia es difícil entender por qué se ha llegado adonde se ha llegado. O ahora, con la sucesión hereditaria en Corea del Norte. Conocer la Historia te permite entender.

Pregunta.- ¿Alguna época en concreto le resulta más atractiva?

Respuesta.- Por mi dedicación académica, me centro más en los siglos XIX y XX españoles. Ahora la Constitución de 1812, aunque estuve leyendo hace poco un libro sobre el impacto de la peste negra en Europa en la Edad Media. Tengo un proyecto de investigación sobre los orígenes del Estado franquista con el catedrático Bruno Aguilera de la Universidad Rey Juan Carlos, y me acaban de conceder el premio de Historia del Carlismo de la Fundación Ignacio Larramendi, que es una distinción internacional sobre el Carlismo, por una publicación sobre el primer Estado carlista… La Historia me gusta toda, tal vez me interese menos la Prehistoria.

INCLUSO EN LOS MOMENTOS DE DECADENCIA, ESPAÑA Y LOS ESPAÑOLES SON CAPACES DE HACER COSAS IMPORTANTES

Pregunta.- ¿Cómo calificaría la Historia de España?

Respuesta.- España es un país con una de las historias más fascinantes, llena de grandes hechos, de decadencia, de miseria y de lo más excelso. Hemos sido un pueblo de extremos, capaces de lo extraordinario y de hundirnos en la miseria. La decadencia del Imperio español, por ejemplo, es muy interesante, un periodo muy atractivo, en el que las élites dirigentes son incapaces de mantenerse a la altura de las circunstancias, de mantener la fuerza del Imperio. Estaba leyendo un libro sobre la familia Marín de Poveda, y en él se ve cómo la gente se enriquecía mediante familiares obispos. O que se iban a las Américas y en lugar de trabajar al servicio del Imperio, lo hacían para enriquecerse. En eso somos algo distintos a las elites dirigentes británicas, que tenían un concepto de servicio más sólido que el nuestro. Es realmente difícil encontrar algún siglo de la historia de España que no sea atractivo, que no genere una fascinación en todos los sentido, pues incluso en los momentos de decadencia, España y los españoles son capaces de hacer cosas importantes. Y no olvidemos que la decadencia es un largo periodo, que concluye en el siglo XIX, cuando se pierden las últimas colonias.

Pregunta.- ¿Cree que hay buena difusión de la Historia en España?

Respuesta.- Hay una proliferación enorme de series televisivas de historia, que han cosechado éxitos, y tienen gran fuerza las novelas históricas de calidad. Arturo Pérez Reverte es un ejemplo de ello, una novela que te enseña historia. Eso es lo que ha cambiado, hace unos años, había novelas de baja calidad presuntamente de historia en las que los datos eran poco rigurosos. Ahora, por el contrario, nos encontramos con que los historiadores escriben novelas de historia, cosa que hace cuarenta o cincuenta años hubiera sido calificado de desastre horroroso. Incluso los historiadores ahora hacen un esfuerzo muy interesante por que se les entienda. Durante mucho tiempo, el historiador escribía de una forma que acaba siendo farragosa y difícil de seguir. Por otra parte, hay un montón de revistas divulgativas, como «Historia y Vida» o «La aventura del saber», o más singulares, como «Ares» o «Aportes», que demuestran, en mi opinión, que hay un gran interés por la Historia.

Pregunta.- Quizás se echa en falta la presencia de contenidos sobre Historia en la programación de las televisiones, aparte de las series de las que hablaba antes.

Respuesta.- Los historiadores en su conjunto, al margen de sus ideologías, deberían de hacer una reflexión al respecto, porque no se puede analizar la historia desde la mentalidad actual, y yo encuentro que muchas veces cuando se habla de la II República, de la Guerra Civil o del Franquismo, por ejemplo, se hace con el apasionamiento propio de un seguidor de un equipo de fútbol, y eso no puede ser. El historiador tiene que acercarse a los hechos nada más. Cuando en clase a veces explico lo que son los regímenes totalitarios, y hago la distinción entre los distintos tipos de dictadura, tengo que hacerlo de forma académica. Ya sabemos que todos eran unos asesinos, pero por ejemplo es muy difícil encontrar un rey en la historia de España que no haya cometido actos que, a nuestra mentalidad actual, nos parecerían inaceptables y perseguibles de oficio por un fiscal. O pensemos en Napoleón Bonaparte, que es uno de los grandes iconos de la historia de Francia, pero que en la mentalidad actual, pues sería un genocida, una persona que debería ser juzgada por el Tribunal Penal Internacional.

Pregunta.- ¿Cómo valora la aparición de una publicación como ésta, FD Magazine? Respuesta.- Me parece muy buena idea, un gran acierto porque la historia es parte de la Cultura, un elemento capital de la Cultura.

Respuesta.- Me parece muy buena idea, un gran acierto porque la historia es parte de la Cultura, un elemento capital de la Cultura.

Pregunta.- Citaba la revista «Ares», que se dedica a la historia militar. ¿Un apartado minoritario en el estudio de la Historia, no?

Respuesta.- En España hay muchos historiadores militares, hay aficionados y personas interesadas en lo militar, pero no goza del prestigio que tiene en otros países, como Francia, Estados Unidos o Inglaterra, por poner tres ejemplos muy importantes. La Historia militar en Estados Unidos se estudia, por supuesto, en academias militares y hay cátedras de Historia militar en las mejores universidades. Aquí parece que un historiador que se dedica a ello, tiene menos rigor que si escribe sobre los fueros de un pueblo desconocido de no se sabe dónde, o que escribe sobre las cartas por un virrey en no se qué país. Como que la Historia militar está destinada a ser algo atractivo para el gran público, y que por eso tiene menos prestigio. Es un error, la Historia militar es muy importante en un país que ha combatido en tantos frentes como España. Hay además una componente, quizás de tipo ideológico, de parecer que si tu escribes de historia militar, eres un militarista o un belicista, que te gusta la guerra.

CREO QUE LA PRENSA DE PAPEL ES FUNDAMENTAL EN UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA LIBRE

Pregunta.- En ese sentido, ¿qué impresión le produce que un pintor como Augusto Ferrer- Dalmau retome la pintura de batallas?

Respuesta.- Diría, en primer lugar, que Augusto Ferrer-Dalmau es un extraordinario pintor de una enorme calidad, de una técnica excepcional, y que sus cuadros así lo reflejan. Un gran pintor, de cualquiera de las distintas corrientes, tiene que tener una capacidad de dibujo extraordinaria, y él la tiene, como la han tenido otros grandes pintores de la Historia. Pero él cubre algo que, en nuestro país, desafortunadamente había ido perdiendo importancia, que es la pintura referida a aspectos militares. De nuevo parece que si en el salón de tu casa o tu despacho tienes un cuadro de composición militar, eres un militarista. Augusto ayuda a que vuelva a estar valorado este tipo de pintura. Pregunta.- Es una apuesta arriesgada, con un mercado minoritario…

Respuesta.- Bueno, uno ha de hacer también lo que le gusta, es muy importante que si puedes vivir confortablemente, puedas hacer lo que realmente te gusta. Augusto Ferrer-Dalmau podría pintar perfectamente como Antonio López, que pinta hiperreralista, lo que pasa es que a Ferrer- Dalmau le gusta la historia y disfruta con sus cuadros.

Pregunta.- Las Artes han elevado a la categoría de sublime momentos de la Historia. ¿Y el Periodismo, que aporta a la Historia?

Respuesta.- El Periodismo es historia, es una fuente documental de primer orden, cualquier historiador del siglo XIX en adelante, no puede escribir Historia sin los periódicos, sería absurdo. Los periódicos son los que reflejan la realidad de lo que está sucediendo. Es verdad que es una fuente más, pero es una fuente importante y yo creo que cada vez más, porque cuanto más transparente se hace una sociedad, mejor reflejan los periódicos lo que está sucediendo. Ya es difícil que haya cosas importantes que no salgan en los periódicos en algún momento, a lo mejor no en el instante en que se produce el hecho, pero sí a lo largo del tiempo. Al igual que cuando encontramos en una excavación una piedra o unos restos de alimentos o unas vasijas, podemos obtener una radiografía de la época, pues lo mismo un periódico te da una radiografía de la realidad de una época.


Pregunta.- Lo cual exige del periodista rigor en su trabajo.

Respuesta.- Sin lugar a dudas, eso debería ser el ADN del Periodismo. Se ha evolucionado de unos periódicos de partidos políticos, de intereses empresariales ligados a la política del siglo XIX a la realidad actual, que son periódicos que deben perseguir, desde su línea ideológica, la veracidad, el esfuerzo y la búsqueda de una información que sea realmente veraz. Pregunta.- Siguiendo con el Periodismo, ¿tiene futuro la prensa impresa? Respuesta.- Creo que la prensa de papel es fundamental en una sociedad democrática libre. Pero no porque sea una frase que habitualmente se dice, de manual, sino porque creo que es muy relevante en la medida en que es la figura clave a la hora de organizar la información a lo largo del día. Los periódicos de papel ofrecen garantía y seguridad al lector. España tiene el problema de que hay un muy bajo índice de lectura en comparación con otros países de la OCDE, y eso es un factor negativo. No hemos educado a los jóvenes a aprender a leer los periódicos, el placer del periódico como instrumento para informarse bien.

Pregunta.- Pero sí es cierto que Internet es una competencia dura, ¿no?

Respuesta.- Internet es una especie de selva donde es muy difícil encontrar algo, la ventaja de un periódico es que te da la información ordenada. Cuando tu quieres informarte sobre algo, la ventaja es el periódico, pues te marca además el camino. Seguro que sobre lo que está ocurriendo en Egipto, Iraq o Siria, encuentras información en Internet. Pero, ¿cuál del millón de noticias que aparecen es la buena? Ese es el problema, ¿dónde tienes tú la seguridad de que esa noticia es veraz, o es fruto de una manipulación? Tenemos todo un mundo muy interesante, que es el mundo de la Red, el periodismo ciudadano, que puede ayudar; pero que no puede ser sustitutivo. No te puedes informar sólo por la Red, ya sea por Twitter, por Facebook o por los periódicos digitales. Necesitas la seguridad que te ofrece un periódico que te manda un enviado especial o que tiene un corresponsal en el lugar, que tiene unos analistas y que te dice qué es lo que realmente está sucediendo.

Pregunta.- ¿Es la crisis económica el mayor peligro ahora mismo para los periódicos?

Respuesta.- La crisis económica está haciendo mucho daño a la prensa escrita, es una realidad objetiva. La crisis hace que los periódicos sean un bien prescindible, la gente no va a dejar de pagar el colegio de los niños, o la Universidad o de poder desplazarse, y en cambio, sí pueden prescindir de comprar el periódico todos los días. Las dificultades de la prensa escrita no son algo de ahora, en los últimos 200 años siempre han aparecido y desaparecido periódicos por causas diversas, y se ha mantenido la prensa escrita. Además, han aparecido periódicos gratuitos, que algo de mercado quitan y la oferta informativa, de ocio y de entretenimiento es muy amplia, con lo cual la gente que antes dedicaba la mañana a pasear o a leer el periódico, ahora tiene más cosas que hacer.

Pregunta.- Quizás sea el momento de adaptarse a esa nueva realidad. ¿Cómo ve el periódico del futuro?

Respuesta.- Los periódicos venderán menos, pero serán un producto para una elite cultural. El periódico se va a convertir en un elemento de orgullo, de satisfacción de la elite cultural, habrá gente que leerá periódicos igual que lee libros o acude al teatro. Y hablo de élite en el sentido de aquellas personas que tienen interés por lo que ocurre en el mundo. Hay gente a la que no le interesa nada lo que ocurre en el mundo, y gente que le interesa saber, aunque sólo sea por curiosidad intelectual. La gente que se quiera quedar sólo con la noticia, que le interese sólo la información epidérmica tiene la televisión o la radio, quien quiera saber qué significa esa noticia, su contexto, las razones… tendrá que verlo en un periódico.

“El periodismo ciudadano puede ayudar a informarnos pero no puede ser un sustitutivo”

Francisco Marhuenda

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