Entrevista a Agustín Díaz Yanes

Por Jesús Fernández Úbeda

Recibe Agustín Díaz Yanes (Madrid, 1950) a FD Magazine en su luminosa casa, repleta de libros y carteles taurinos, y de la que emerge una terraza vasta y ajardinada, de las que se agradece tener, a estas alturas del calendario, si uno vive en el centro de Madrid.

El cineasta, escritor y guionista nos recibe para hablar de su Alatriste, una “biografía” cinematográfica del icónico protagonista de la archiconocida serie de novelas de Arturo Pérez-Reverte. Conversamos sobre un film que, en China, es conocido como “la película de España”.

P: Señor Díaz Yanes, ¿cuándo y cómo decidió convertir en película Las aventuras del capitán Alatriste?

R: No lo decidí yo. Me llamaron Antonio Cardenal y Arturo para proponerme que la hiciera. Dije que sí y, a partir de ahí, empezamos a trabajar. Tardamos un año o un poco más en montarla.

P: ¿Qué aprendió al rodarla?

R: Casi todo. Nunca había rodado, ni se había rodado en España, una película de esa envergadura. Era una película de época, lo cual siempre es más complicado de lo que parece. Tenías que tener una preparación grande de muchas cosas, sobre todo, de espadas. Tenías que ambientar la época de Alatriste, que no es difícil, pero tampoco fácil. Aprendí muchísimo, muchísimo. Creo que es el rodaje en el que más he aprendido.

P: Teniendo en cuenta que FD Magazine es una revista histórica y pictórica, le pregunto: ¿qué importancia tiene la pintura del Siglo de Oro en la narrativa del film?

R: Toda. Fui con mi fotógrafo, Paco Femenía, al Prado. Él hizo como una mezcla de la luz de Velázquez con la luz de Rembrandt. Después, hicimos muchas composiciones de los cuadros. Reprodujimos Las lanzas y El aguador de Sevilla. Hicimos que el conde de Guadalmedina fuese un coleccionista de arte. Y de Velázquez se habla durante la película. Está presente de forma cronológica.

P: ¿Cómo condensar, por entonces, cuatro novelas en una cinta de, aproximadamente, dos horas y media de duración?

R: Eso fue el parto de los montes. Era imposible ir novela por novela: hubiéramos hecho una serie de televisión, no una película. Hubiera durado seis horas o siete. Entonces, ahora mismo no te puedo decir de quién fue la idea, si mía, de Arturo o de alguien que pasaba por la calle (risas), pero decidimos hacer la biografía de Alatriste. Como Arturo desvelaba en una de sus novelas que Alatriste moría en Rocroi, fuimos de principio a fin. Hicimos una biografía de Alatriste en la medida de lo posible y fui sacando los episodios más relevantes, los que me parecían mejores con los guiones, y, pegando algún salto en el tiempo, hicimos la biografía de Alatriste.

P: ¿Cuánto de Díaz Yanes tiene un personaje tan de Pérez-Reverte?

R: Los personajes en el cine que vienen de la literatura sufren cambios inevitablemente. Primero, por el actor que lo interpreta. Después, el director marca: sin darte cuenta, vas tirando. Pero tanto Viggo Mortensen como yo, y recuerdo que eso lo hablamos con Arturo, procuramos no irnos demasiado del personaje que había escrito Arturo. Lo hicimos lo más fielmente posible. Mío no sé lo que hay. Si te llaman para hacer una película sobre los libros de alguien, tú puedes decir sí o no, pero si dices que sí, me parece un poco absurdo cambiarlos completamente, y que Alatriste sea una mujer (risas), o bajito… Creo que Arturo quedó muy contento con el personaje de Viggo. Hizo un gran Alatriste.

P: Cuénteme eso de que su protagonista se fue a un pueblo de León para perfeccionar su acento.

R: Él habla un perfecto castellano, pero con acento argentino. Yo creo que no fue por eso. Él quería saber dónde había nacido Alatriste, cosa que Arturo no tenía en los libros. Entonces, yo le dije: “Chico, no sé, voy a preguntarle a Arturo”. Y Arturo me dijo: “En algún sitio de Castilla y León”. Entonces, Viggo fue a León, se cogió un coche, empezó a subir y a subir y decidió que una aldea en la que paró en mitad de una tormenta de nieve, altísima, en los Montes de León, era el sitio en el que había nacido Alatriste. Se lo dije a Arturo y le pareció perfecto. Después, Viggo se pasó un par de semanas hablando con los leoneses para coger un poco el tono y cosas de estas. Viggo es un actor que no sólo estudia al personaje actuando, sino que lo estudia históricamente. De hecho, hubo un momento en que le dije: “Viggo, sabes más de la historia del XVII que yo, que soy historiador, joder (risas). Deja ya los libros”. Hizo una preparación exhaustiva del personaje, sí.

P: ¿Sigue pareciéndole Alatriste “un anarquista con unos códigos morales conservadores”?

R: Sí. Se lo dije a Arturo y se reía. Yo creo que Alatriste es un poco Arturo. Como todo el mundo, cuando escribes, escribes de cómo eres tú. Alatriste me parece un personaje fantástico porque es un anarquista conservador, un tipo que no vivía según las reglas, pero vivía según unas reglas. Eso me gustó mucho del personaje y creo que eso sale en la película.

P: ¿Por qué siempre quiso que, en su Alatriste, Emilio Bocanegra fuera una mujer?

R: Quería que tuviera una cosa efébica, que fuera afeminado en el buen término. En El año que vivimos peligrosamente, Linda Hunt hacía de hombre. Cuando lo vi, me pareció un personaje fantástico porque era superambiguo. Por eso, pensé en ofrecer el papel de Bocanegra a una mujer. Hablé con Blanca Portillo, me dijo que sí, y, para mi sorpresa y mi gusto, porque Blanca es una tía extraordinaria, llegó a rodar con la cabeza rapada. Quedó muy bien. En España, todo el mundo sabía que era Blanca, pero, en el extranjero, ese personaje les pareció rarísimo, como ambiguo, y me lo preguntaban mucho. Cuando les decía que era una mujer, les sorprendía.

P: ¿Podría contarme alguna anécdota divertida del rodaje?

R: Hubo una que fue divertida a posteriori (risas), pero que en el momento… Íbamos a rodar el desembarco de los veteranos en La Caleta de Cádiz. Los barcos los hicimos digitales, al fondo, y unas barcas de la época para trasladar a los veteranos, para verlos llegar a la playa. No sé por qué se empeñaron en hacerme las barcas planas, y yo, que no es que sea un gran navegante, decía: “Joder, macho, ¿unas barcas planas? No lo veo yo muy claro”. “Sí, sí, esto es como era en la época”. Entonces, traemos las barcas y ellos iban vestidos de veteranos, con las espadas, con todo. Las barcas entraron en La Caleta y, aunque no era un día con mucha ola, de hecho, si llega a haber ola, se monta la de Dios, pero había bastante ola, con lo cual, dos o tres barcas volcaron. Y tuvimos que tirarnos al agua a ayudarlos a salir. Nos asustamos mucho. Imagínate: veo que mi ayudante de dirección tira el teléfono móvil y se mete en el agua. Los sacamos sin ningún problema. Entonces, cuando termina todo eso, pregunto por los buzos que teníamos contratados por si pasaba alguna cosa de estas. Y me dicen que estaban en el otro lado de la playa haciéndose unas fotos con unas tías (risas). Cádiz es la bomba. No sé por qué, los productores se empeñaron, en un momento determinado, en que nadie hiciera fotos. Rodábamos en La Caleta y estaba todo lleno: diez o doce mil personas viendo el desembarco de los veteranos. Estaba todo lleno de carteles: “No se puede hacer fotos”. Y nadie hacía fotos. Digo yo “¡acción!” y, en ese momento, todo el mundo empezó a hacer fotos (risas). Luego, me venían las señoras de Cádiz, tan simpáticas: “Hijo, ¿puedo sentarme al lado tuyo para ver cómo se ve eso en la pantalla?”. “Sí, sin problemas”. Fue un rodaje en el que lo pasamos muy bien.

P: Leo en la web de la Biblioteca Miguel de Cervantes de Shangái, del Instituto Cervantes, que su Alatriste era conocida en China como “La película de España”. ¿Cuánto de España tiene Alatriste?

R: Mucho. De la España del XVII, mucho. Yo estudié mucho en el XVII en la facultad. Tuve un profesor, Jover Zamora, que lo hacía estudiar mucho. Montero Díaz también. Y Montero Díaz me decía: “Flandes es el Vietnam de ahora”. Esa guerra costosa que va arruinando a una nación y que nunca se gana. Entonces, creo que tiene todo lo que España hacía, el Conde Duque, etcétera, los tíos vestidos de negro… Sí, los chinos ven a España porque es una película muy española, trata mucho de lo que fue España y de lo que todavía se mantiene. 

P: ¿Cuánto de Alatriste tiene la España actual?

R: Han pasado muchos siglos, pero hay cosas nuestras que todavía persisten. La corrupción, por ejemplo. También nuestra falta de pragmatismo a la hora de hacer política. Y después, todos los hechos que remiten al presente. Arturo escribió las novelas cuando las escribe: no son novelas del siglo XVII. Hay un aggiornamento del XVII tratado con la visión nuestra de ahora. Eso es inevitable.

“Nunca había rodado una película de esa envergadura”

Agustín Díaz Yanes

Entrevista a José María Nieto

Por Karen Verdejowitz

Entrevistamos a JM Nieto en su estudio, sentado en una mesa de luz erizada de flexos y abarrotada de periódicos, papeles, botes de pinceles y tinteros negros.

Parece mentira que de ese desorden salgan los dibujos de línea clara que cada mañana hacen sonreír a los lectores de ABC.

El humorista gráfico vallisoletano, premio Mingote y premio de Defensa Sabino Fernández Campo, nos habla en esta entrevista de su trabajo, de su visión del humor y de su última antología de viñetas “La risa que llevas puesta”, editada por Galland Books.

P: Plumillas, sacapuntas, rotuladores… No parece que se haya resignado usted a la ilustración digital, señor dibujante

R: Es cierto; la mayoría de los dibujantes están pasando a dibujar directamente en IPad y los trazos de lápiz óptico imitan cada vez mejor lo hecho a mano, pero para mí hay algo insatisfactorio en dibujar en una pantalla. Prefiero mantener esa parte artesanal de apoyar la mano en el papel, dejar secar la tinta, borrar el lápiz… No solo son rituales a los que estoy hecho, sino que me permiten amontonar “dibujos originales” reales. Me niego a entregarme a estos tiempos en los que todo es virtual.

P: Pero luego digitaliza los dibujos y los colorea con el ordenador.

R: Ahorra mucho tiempo. Hay que ser romántico pero no idiota.

P: ¿Cómo es el día a día de un humorista gráfico?

R: Se divide en dos partes: una estresante, gris y angustiosa, jalonada por discusiones domésticas, ideas suicidas y consumo compulsivo de sustancias insanas, y otra parte relajada y feliz en la que tienes el mejor trabajo del mundo, escuchas música, la vida es bella, sonríes a tu familia y los pájaros cantan alegremente en tu ventana mientras el sol tiñe de colores cálidos el atardecer. Esas dos partes están delimitadas por el momento exacto en que se te ocurre la viñeta del día siguiente.

 

P: El papel en blanco es el infierno, entonces.

R: Completamente. Convertir una reflexión en algo humorístico cada mañana es vivir bajo la tiranía del ingenio. Es paradójico que al contrario que al resto del mundo, la parte dura del día sea estar leyendo el periódico con un cafetito, mientras que estar en la mesa “trabajando” sea un descanso.

P: Y la chispa, el humor, ¿Cómo se hace? ¿Hay una fórmula secreta para encontrar esa asociación de ideas, ese juego de palabras, ese final inesperado que convierten una viñeta en el editorial más elocuente del periódico?

R: No, no existe esa fórmula, Karen, para mi desgracia. El humor es un fruto misterioso. Mira, yo soy una persona metódica y racional, y me encantaría poder llegar a la viñeta con un proceso mental establecido, como el matemático que resuelve una ecuación o el abogado que recuerda la ley que corresponde a cada caso que se le plantea, pero la realidad es que en el humor, como en cualquier actividad poética, la creación es un fenómeno intuitivo.

P: Pero cada autor tiene sus fórmulas, sus personajes, sus chistes recurrentes…

R: Sí, pero nunca sabes si una viñeta va a tener éxito o si va a pasar desapercibida. He dibujado más de nueve mil chistes y no sé si el de mañana va a hacer gracia.

P: No se torture, hombre. Una viñeta no tiene siempre que ser hilarante. Dice Andrés Rábago, “El Roto”, por ejemplo, que una viñeta es ante todo un vehículo para transmitir reflexiones.

R: Eso es porque valora mucho sus reflexiones. Yo creo que lo mejor que puede hacer una viñeta es despertar una carcajada. Hace poco hablé con Oroz de esto y coincidía conmigo: no cambiamos la risa del lector por nada.

P: Me sorprende que haya hablado del humor como actividad poética, cuando lo específico de la viñeta es que es un dibujo. ¿Es arte una viñeta?

R: Se arriesga usted a que le suelte un tostón larguísimo sobre este tema, Karen.

P: Me arriesgaré

R: Suelo decir que el chiste es un texto poético de una sola figura. Es verdad que integra imágenes y texto, e incluso que a veces prescinde del texto, pero en esencia es una columna de opinión dibujada. Los valores estéticos se superponen como un valor añadido, pero no suele ser  esencial. Hay grandes humoristas gráficos que dibujan muy mal, pero ningún humorista gráfico destacado carece de capacidad literaria.

 

P: Mordillo, Mingote o Quino dibujaban muy bien.

R: No me entienda mal; es mejor ser un humorista gráfico que dibuje muy bien. Representar expresiones faciales o corporales, caricaturizar personas de forma efectiva, ambientar escenas complejas o conocer los resortes del dibujo del cómic es siempre una ventaja. Si encima tienes un estilo gráfico que gratifique estéticamente al lector, como tenía Chumi Chúmez o como tiene El Roto, miel sobre hojuelas.

P: Entonces, si el dibujante sabe gratificar estéticamente al lector, no hay nada esencial que separe una viñeta primorosamente dibujada de un cuadro de Augusto de Ferrer-Dalmau.

R: Mmmm. (Se piensa la respuesta) En realidad sí. Mire, no solo hago las viñetas para el periódico; también dibujo diariamente ilustraciones para las “Terceras” de ABC, cuya intención es más artística, y a menudo pienso que esta labor del ilustrador de prensa de crear imágenes a las que el lector va a dedicar entre dos y cinco segundos de atención -siete u ocho si es un chiste-, no tiene nada que ver con la imagen de un cuadro hecho para ser contemplado durante horas, día tras día, durante a lo mejor toda una vida.

 

P: No exagere; los cuadros también se ven de un vistazo, en una exposición.

R: O en un catálogo, sí, pero no están concebidos para la mirada fugaz. Piense en las láminas enmarcadas que había en casa de nuestras abuelas, generalmente con reproducciones de iconografía religiosa. Una “huida a Egipto” era una paisaje pintado para ser contemplado durante una vida entera en un dormitorio. Esa riqueza de detalles, esas perspectivas infinitas, ese juego de miradas, ese mimo en los pliegues de la ropa, se prestan a la contemplación. Una ilustración de prensa se ve y se olvida.

P: Es la paradoja de esta sociedad audiovisual. Todo es icónico, pero las imágenes no persisten.

R: ¡Exacto! Mire, el gran valor de la pintura de Augusto Ferrer-Dalmau es que recupera en el siglo XXI esa densidad que tenía la iconografía de la pintura occidental, de tradición religiosa y mitológica hoy desaparecidas. Para la contemplación nos queda la pintura histórica. Podría contemplar una carga de caballería de Augusto durante toda mi vida.

P: Esa caducidad de las imágenes en el mundo actual de la que usted habla me parece un fenómeno revelador de la sociedad en la que vivimos. ¿Cree que Internet y las redes sociales han acelerado esa vorágine?

R: Sin duda. Y nos afecta a todos, realmente. Las redes sociales nos hacen impacientes, nos quitan capacidad de concentración, de fijar la atención. Por eso también me resisto a abandonar la prensa de papel. Leer en papel sosiega mientras que la pantalla excita. ¡Viva el papel!

Esta carencia de sosiego, además, sospecho que es lo que nos empuja a no ser tolerantes. ¿Qué es un fanático, sino un impaciente? ¿Qué son los “ofendiditos” que encajonan el debate publico, sino personas que reaccionan impulsivamente?

P: Por aquí llegamos al estrechamiento de la libertad de expresión de nuestros días.

R: Eso es. La sensibilidad de los tiempos cambia, el humor cambia, es cierto, pero no hay duda de que la capacidad de reírnos de nosotros mismos que teníamos en los años ochenta o noventa está desapareciendo. Hoy hay muchas viñetas que publiqué de joven que ni me plantearía mandar al periódico. No por miedo a la censura, ojo, sino por miedo a la reacción de la jauría de las redes sociales, esa que yo llamo “la cofradía del morro torcido”.

P: Pero las redes sociales también tienen su parte positiva. Le permitirán ver qué efecto tienen sus viñetas, o qué temas interesan más o menos ¿no?

R: Sí, eso es una ventaja. También hay otro riesgo en las redes, y es el de verse arrastrado al activismo por los “entusiastas” que celebran cierto tipo de viñetas que les refuerzan en sus postulados. Todos somos sensibles a la adulación, créame, y es fácil caer en la trampa del halago y meterse en trincheras sin querer. Eso va en contra del humor, cuyo lugar es la duda.

P: No hemos hablado aún de su libro.

R: “La risa que llevas puesta”, mi última antología de viñetas, sí. El libro ha tenido una salida accidentada, porque su presentación estaba prevista en marzo del año pasado. Entonces pasó algo imprevisto ¿sabe usted? Una pandemia mundial que paralizó todo. Quién me iba a decir que lo que llevaríamos puesto en la cara desde entonces no es una risa, sino una mascarilla.

 

P: Pero la risa está por debajo de la mascarilla.

R: Es verdad. La risa persiste. La risa ayuda a hacer frente al miedo y al sufrimiento. Es más necesaria que nunca, diría yo.

P: Sonríe usted al decirlo.

R: Claro, pero eso es porque ya tengo dibujada la viñeta de mañana.

“Convertir una reflexión en algo humorístico cada mañana es vivir bajo la tiranía del ingenio”

José María Nieto

Entrevista a Chema Alonso

Por María José Solano

Chema Alonso (Madrid, 1975) es el actual Chief Digital Consumer Officer de Telefónica, y Chairman de ElevenPaths, la empresa de Ciberseguridad del grupo Telefónica que él mismo fundó.

Ha sido ponente en las principales conferencias de Hacking y Ciberseguridad del mundo durante más de una década. Fue Most Valuable Professional de Microsoft durante 12 años en el área de ciberseguridad.

En su formación académica, Chema Alonso es Doctor por la Universidad Rey Juan Carlos en Seguridad Informática, donde además sacó su título de Ingeniero Informático.

También es Ingeniero Técnico en Informática de Sistemas por la Universidad Politécnica de Madrid, que le nombró Embajador Honorífico de la Escuela Universitaria de Informática.

Ha recibido la Cruz del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco y en 2020 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la URJC.

Pregunta.- ¿Cómo se definiría usted ante un público como el que está detrás de FDMagazine, la mayoría de ellos historiadores, lectores de novelas y aficionados a los cuadros de historia y batallas?

Respuesta.- Yo soy un informático al que le gusta la tecnología, aunque la forma más fácil de definir lo que hago es, quizás, recurriendo al término hacker; pero no como el personaje cinematográfico que está en la sombra de la legalidad, sino como nosotros entendemos el término, es decir, una persona que lleva la tecnología más allá de los límites para los que inicialmente se creó, encontrando una forma original, creativa y novedosa de utilizarla. Claro está que esos experimentos a veces llevan al hacker a cruzar alguna que otra frontera de la legalidad o la seguridad. 

Pregunta.- ¿Y eso de ser hacker es vocacional? 

Respuesta.- Pues mira, a mí me educaron para llevar traje y corbata e ir todos los días a una oficina; para ganar un sueldo que me permitiese pagar una hipoteca, comer y no pasar frío en invierno ni calor en verano, pero yo decidí que mi futuro iba a tener otro aspecto. Luché, fracasé mil veces, me dijeron “no” en muchos sitios; incluso la vida me dijo que no con esa rotundidad ante la que no hay nada o casi que hacer, y sin embargo no me dejé derrotar. Me gustaba la tecnología y la comunicación, y tuve la suerte de encontrar un camino en el que mis dos pasiones eran compatibles. Y un dia me vi en los escenarios dando conferencias sobre tecnología, practicando la comunicación, mezclado el humor y el hacking vestido de superhéroe o con un gorro de lana de esquiar. Y me di cuenta de que lo que hacía, lo hacía bien. Siempre hay que perseverar en lo que uno quiere. 

Pregunta.- La epopeya de Magallanes y Elcano no es chica.

Respuesta.- Es gigantesca. Si hubieran sido británicos, se hubieran hecho montones de películas sobre ella. Es una epopeya extraordinaria, difícil de imaginar. Para quien haya estado en el Estrecho de Magallanes, imaginar lo que hubiera sido para esos hombres adentrarse en ese laberinto de canales helados, en medio de montañas gigantescas, un mundo desconocido…, debió de ser para ellos una epopeya que la Humanidad en general y España en particular no han celebrado lo bastante.

Pregunta.- ¿Y por qué cree que no se ha celebrado lo bastante?

Respuesta.- Probablemente, porque pesa sobre ella, como sobre toda la gesta del descubrimiento de América, la Leyenda Negra. Si esto lo hubieran hecho unos británicos o unos franceses, sería mucho más conocida y celebrada. Los españoles no tenemos suficiente autoestima para celebrar las grandes aportaciones que hemos hecho a la Historia de la Humanidad. Por eso es bueno que haya gente como Augusto, que trate de ilustrar con su pintura las efemérides que hemos representado.

Pregunta.- Los lectores de FDMagazine, como casi toda la humanidad del S. XXI también son usuarios de las tecnologías. Como profesional tecnológico, pero también como lector y editor, ¿cómo definiría, en pocas palabras: Twitter, Facebook, Instagram, WhatsApp?

Respuesta.- A ver. Con respecto a Twitter, lo que lo define es el “free speech” y eso no siempre es bueno ni es útil, pero tiene la inmediatez de que uno puede enterarse a tiempo real de los que sucede. Facebook es para “viejunos” (risas). Ya está. Instagram es el sitio que sirve para gustarse a uno mismo. En cuanto a la aplicación de WhatsApp, pues como decía David Guapo: “Es el invento del demonio para los aburridos; para la gente con demasiado tiempo libre”.

Pregunta.- La imagen icónica para sus seguidores, que son muchos, es la de ese característico gorro. Ya sabemos que lo contó hace tiempo en su blog personal, “El lado del mal”, pero nos gustaría que lo pudiera contar aquí para los lectores de FDMagazine.

Respuesta.- Pues fue, como tantas cosas, fruto de la casualidad. Antes te decía que solía dar conferencias disfrazado de ruso o de superhéroe, un poco por atraer la atención del público y un mucho para divertirme. El snowboard es una de mis aficiones así que, en un acto organizado por Microsoft, concretamente el del lanzamiento del Windows Vista, allá por 2006, me lo puse, porque mis compañeros y yo, en vez de preparar la presentación el día antes nos habíamos ido a hacer snowboard a Baqueira. Se nos ocurrió improvisar y montar un teatrillo haciendo creer al público que aquel no era el día de la gran presentación, sino el anterior, el de la preparación, y claro, para dar más veracidad a la cosa salí al escenario con la tabla de snow y el gorro. Aquello quedo como un símbolo y desde entonces no me lo quit

Pregunta.- Usted es un ciberexperto en seguridad (¿se dice así?) que lee a Pérez-Reverte y admira a Ferrer-Dalmau ¿De dónde vienen esas aficiones “clásicas”? 

Respuesta.- Bueno, en el mundo de los hackers donde hay gente muy creativa, se mezcla con bastante facilidad la tecnología con los gustos artísticos. De hecho, hay hackers que tocan música, les apasiona el mundo del cómic, incluso que escriben. La parte de investigador curioso que todo ciberexperto posee, tiene mucho que ver con el desarrollo de esas inquietudes artísticas. 

Pregunta.- Pero en su caso los gustos en literatura o pintura podrían estar más vinculados con el arte contemporáneo o experimental, y no es así. 

Respuesta.- No, es verdad, y eso tiene mucho que ver con mis primeras lecturas. Desde pequeño fui lector de cómics, me ayudaban a concentrarme. Esos cómics de superhéroes definieron mi infancia, pues mi madre nos los compraba a mi hermano y a mí cuando se iba a trabajar y no nos podía dejar con nadie. Los leíamos juntos y luego recuerdo que íbamos a una tienda, pagábamos 20 pesetas y podíamos cambiarlos por otros para seguir leyendo. Después vinieron los libros de aventuras, sobre todo los de Julio Verne. Esos libros de aventuras y ciencia ficción fueron perfectos para mí, pues me abrieron las puertas de un universo nuevo. Desde esas lecturas era lógico el salto a Dumas, las novelas del Diecinueve y más tarde los libros de Pérez- Reverte, así como los cuadros de Ferrer- Dalmau. 

Pregunta.- Sin abandonar la literatura, ¿qué es el proyecto Maquet que usted lidera y qué tiene que ver con Alatriste?

Respuesta.- Pues podríamos decir que es un experimento típicamente hacker. Es decir, para nosotros un hack es hacer algo nuevo que no se había hecho antes, o hacer que algo funcione de una manera no pensada hasta ese momento. Cuando empezamos a idear un hack no sabemos si éste va a funcionar o no. Primero hacemos una suposición, pero luego hay que demostrarla, y para ello realizamos experimentos.

Aprovechando que había tenido la ocasión de conocer al gran Arturo Pérez-Reverte no pude resistirme y pensé que tal vez se podía escribir un relato del Capitán Alatriste utilizando para ello la Inteligencia Artificial. Reuní a mi equipo de “Ideas Locas” y nos pusimos manos a la obra diseñando la herramienta para ayudarnos a escribir algunos relatos del Capitán con el máximo de similitud al estilo del novelista. 

El resultado está ahí, y no plantea soluciones, sino preguntas de futuro. Yo mismo me pregunto cosas al respecto y eso me ayuda a avanzar en mi trabajo, por ejemplo: ¿Será, finalmente el mundo de la literatura como el del cine, donde las películas que usaban ordenador para sus efectos especiales pasaron de tener prohibido competir por el Oscar a ganarlo, convirtiéndose en las más taquilleras de la historia? Pues ahí está el reto y la reflexión.

Pregunta.- ¿Quién o qué educa a las Inteligencias Artificiales?

Respuesta.- A las inteligencias Artificiales las educan los datos que les demos de comer, y no los algoritmos que hacen los programadores. No somos conscientes, pero todos los escritores, publicadores de contenido, traductores, humanos que subimos textos a los blogs y un incontable etc, también somos responsables de que esas Inteligencias Artificiales aprendan bien y “no sean maleducadas” o afecten negativamente a las personas.

Pregunta.- Hablando de hijos, arte y educación. Conozco personalmente a muchos chicos (entre ellos mi hijo) que adoran al único, al inigualable, al más grande de todos los “superjiros”: a Cálico Electrónico. ¿Cuál es su relación con el superhéroe Cálico Electrónico y cuál es, si puede predecirse, su futuro? 

Respuesta.- Pues el héroe continúa en activo siguiendo la actualidad de lo que nos pasa hoy en día en las tiras de cómic de Cálico que publicamos todos los miércoles en el Twitter de Cálico Electrónico y en la web. Trabajando en ellas está un fantástico dibujante, Pablo Gómez “Blowearts”, que desde Extremadura lleva ya más de un año y medio dibujando aventuras en viñetas en las que Cálico vive la vida a su particular manera. Y lo hemos podido ver pasar la pandemia, el confinamiento y la vuelta a la normalidad día a día.

Pregunta.- Usted también es editor ¿Cuándo y por qué creó la editorial 0xWord? 

Respuesta.- Pues cuando comencé a dedicarme profesionalmente a la tecnología caí en la cuenta de que no había buen material de libros acerca de hacking en lengua española. Animé a muchos hackers a que describieran los conocimientos que tenían sobre distintas materias. Después añadí cosas que a mí me gustaban como el cómic, y así nació 0xWord que en 2013 se constituyó como editorial independiente. 

Pregunta.- ¿Los hackers se jubilan? 

Respuesta.- Yo creo que te jubilas del trabajo, pero nunca de tu pasión o de tu hobby. Yo tengo la suerte de que todo se mezcla y entonces un día dejaré de recibir un salario por lo que hago, pero la parte de la pasión seguirá siempre. 

Pregunta.- Si no fuera hacker, ¿qué sería? 

Respuesta.- Puf. Me encantaría ser profesor, o dibujante de cómics. Me dedicaría al arte más que a la tecnología.

“Me encantaría ser profesor, o dibujante de cómics. Me dedicaría al arte más que a la tecnología”

Chema Alonso

Las levas heroicas de Igueriben Revista nº 27

Las guerras heroicas de Igueriben
Las guerras heroicas de Igueriben

Índice:

  • Las levas heroicas de Igueriben
  • Entrevista. José María Nieto
  • Acero Español. El conservador que “robó” su propio museo desinteresadamente
  • Una buena historia
  • Criaturas míticas de España, Cuaderno de campo
  • Modelismo. Voluntarios para morir
  • El blanco y negro como lenguaje. La vida en Georgia
 

Arte en Afganistán Revista nº 26

Arte en afganistán
Arte en afganistán

Índice:

  • Afganistán: Primera misión pictórica de Ferrer-Dalmau
  • Entrevista. Chema Alonso
  • Acero Español. El doble esplendor del acero toledano
  • El blanco y negro como lenguaje. La vida en Marrakech
  • Modelismo. Jean-Andoche Junot: La gloria y el tormento
  • Afganistán. El regreso de los Talibanes
  • Abstracciones, concebir la forma
  • Jablanica, verano del 93.
 

25 Aniversario de Alatriste Revista nº 25

25 Aniversario Alatriste
25 Aniversario Alatriste

Índice:

  • Entrevista. Arturo Pérez-Reverte
  • Rocoi: La inmortalidad artística de Alatriste
  • El Madrid del Capitán Alatriste
  • Las espadas del Capitán Alatriste
  • Entrevista. Joan Mundet
  • El lenguaje de Alatriste y la RAE
  • Alatriste en el Sistema Educativo
  • Modelismo. Al Capitán Alatriste
  • Entrevista. Agustín Díaz Yanes
  • Visado del Siglo de Oro
  • Viento de Levante hacia la historia
  • Entrevista. Pilar Reyes
  • Las mujeres del Capitán Alatriste
  • Alatriste 25 años después

Entrevista a Pedro Carreño

Por Jesús Fernández Úbeda

Entrevistamos a Pedro Carreño en la Plaza del Dos de Mayo, a pocos metros del monumento a Luis Daoiz y Pedro Velarde, en un lugar que hoy es un paraíso de hipsters y que, hace poco más de dos siglos, fue un infierno para los invasores franceses.

Nacido en Madrid en 1965, criado en Madridejos (Toledo), inició su carrera periodística en publicaciones regionales manchegas, formó parte de la redacción fundacional de El Siglo, hizo información económica en Telecinco, fichó por TVE, presentó y dirigió el telediario y, desde septiembre de 2018, se ocupa de Noticias 24h durante la madrugada del fin de semana.

También fue director de comunicación del Banco Popular y profesor universitario. Es secretario de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV) y Legionario de Honor. Conversamos, entre otros temas, sobre el sitio de Baler, el “ADN histórico” del español y sobre el pecado capital de nuestro país: la envidia.

Pregunta.- Señor Carreño, si yo le digo “Ferrer Dalmau”, usted me dice…

Respuesta.- Por este orden, un artista impresionante y un amigo.

Pregunta.- Tanto usted como Ferrer Dalmau son Legionarios de Honor.

Respuesta.- Igual que muchos grandes amigos que conozco. Fui nombrado Caballero Legionario de Honor el día que se conmemora el aniversario de la Legión, el 20 de septiembre del año 18, en el Cuartel de Montejaque. Quien me puso el gorrillo, el chapiri, fue el coronel Ramón Armada. Es una de las cosas que llevo con más orgullo. Hay pocos honores mayores que el de que la Legión, el Tercio, te diga: “Eres uno de los nuestros”.

Pregunta.- Y si le digo “Madridejos”…

Respuesta.- No sé ni por dónde empezar (risas). Un sitio de referencia durante toda mi vida. Yo soy de Madrid y muy madrileño, además, pero también soy muy manchego. ¿Cómo se puede compatibilizar? No lo sé, pero me siento así. Alguien dijo que Madrid es un poblachón manchego, y yo estoy completamente de acuerdo. Madridejos es el pueblo del que procede toda mi familia. Ahí está enterrado mi padre, con esto te digo todo. Tengo magníficos recuerdos de juventud y de no tanta juventud.

Pregunta.- ¿Es Castilla-La Mancha una región por descubrir a nivel nacional? ¿Es, digamos, una gran desconocida?

Respuesta.- Es una gran desconocida, incluso, para los castellano-manchegos. ¿Qué ocurre? Yo, que puedo presumir de habérmela pateado, puedo decir que es una región tan extensa, tan variada y tan llena de comarcas, tan plural en sus expresiones, aunque no lo parezca, que hay mucha gente que no ha viajado entre provincias. Hay gente de Cuenca que no se ha acercado a Almadén, por ejemplo. Aparte, cuando yo estudiaba, no existía Castilla-La Mancha.

Pregunta.- Era Castilla la Nueva, ¿verdad?

Respuesta.- Era Castilla la Nueva. Guadalajara, si no recuerdo mal, estaba en Madrid, y Albacete pertenecía a Murcia. Y creo que la noche antes de que se declarara Madrid como comunidad autónoma, los políticos castellano-manchegos decidieron que no querían juntarse con Madrid, porque eso les iba a quitar mucha importancia. Esto se lo escuché alguna vez a Joaquín Leguina. Volviendo a tu pregunta: ¿está Castilla-La Mancha por descubrir? Están por descubrir su riqueza gastronómica, sus gentes, su fauna, su cultura. Es una región extensísima: abarca desde Molina de Aragón hasta Despeñaperros. Estamos hablando de una porción de España enorme. Y con el hándicap de que siempre ha sido un territorio de paso: la gente pasaba por esas llanuras y no se detenía más allá de contemplar una estatua del Quijote.

Pregunta.- Abordemos el cuestionario histórico. ¿La Historia de España tiene un plus de originalidad con respecto a la de otros países?

Respuesta.- Por supuesto. Estamos hablando del país más antiguo de Europa y, por tanto, de uno de los más antiguos del mundo. Si no tenemos un pizquito de originalidad para diferenciarnos… Además, ¡con la mala leche que tenemos! (Risas) Los españoles hemos sido amados, temidos, odiados y respetados a lo largo de cinco siglos, y eso tiene que ser por algo. A veces lo hemos hecho muy mal, y a veces lo hemos hecho muy bien.

Pregunta.- Se le atribuye a Bismarck, creo que erróneamente, la siguiente frase: “España es el país más fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a sí mismo y todavía no lo ha conseguido”. ¿La suscribe?

Respuesta.- Sí. Es así. Por eso, lo de ser español es muy complicado (risas).

Pregunta.- ¿Cuál es el episodio de nuestra Historia que más le llama la atención?

Respuesta.- Tres: la batalla de las Navas de Tolosa, que es clave no sólo en la Historia de España, sino en la de Europa; el Dos de Mayo: me encanta hablar de ese día, como lo citó Pérez-Reverte, como “un día de cólera”; y, sobre todo, el sitio de Baler. La gesta de los últimos de Filipinas. En esa iglesia, esos 32 soldados preservaron y fueron los herederos de toda nuestra gloria y de toda nuestra tragedia. Fueron, por eso, los últimos. En esa iglesia, en la otra punta del mundo, está el principio y el fin de lo que fuimos, de lo que somos.

Pregunta.- ¿En Madridejos?

Respuesta.- Sí señor. Hace muchos años, había una plaquita en una iglesia y ponía: “Fray Cándido Carreño, muerto en el sitio de Baler”. Yo tendría siete u ocho años y me quedé con ello. Pasó el tiempo y, modestamente, me puse a investigarlo. A partir de ahí, leí todo lo que pude sobre el sitio de Baler. ¿Cosas que me sonrojan? Pues mira, a algunos de los que estuvieron en Baler, en esa iglesia, les pilló luego la Guerra Civil y fueron fusilados por mantenerse fieles a la República. Después de estar defendiendo allí lo poquito que nos quedaba, el propio país, la propia nación, se encargó de fusilarlos. Así somos.

Pregunta.- ¿En el código genético de España va su autodestrucción? Creo que no se puede entender España sin sus enemigos autóctonos.

Respuesta.- Lo comparto. Si me permites, uno de los pecados capitales que subyace en esto que dices, es la envidia. No la codicia: los británicos sí se han caracterizado por la codicia. O los italianos por la vanidad. Estoy utilizando estereotipos, ojo. La envidia siempre nos ha caracterizado y así nos ha ido, para lo bueno y para lo malo.

Pregunta.- ¿Algún personaje histórico por el que sienta simpatía?

Respuesta.- Muchos. Dentro de lo que he leído, me llamó mucho la atención Juan Martín, El Empecinado. Se sale de su pueblo con dos amigos y dice: “Vamos a matar franceses, que se van a ir de aquí”. Tres años más tarde, manejaba un regimiento de 6.000 personas, y cuatro o cinco años más tarde, fue pasado a garrote vil en Roa, en Burgos, por los mismos por los que había luchado. Luego, podemos hablar de Isabel la Católica o Blas de Lezo, que están muy de moda.

Pregunta.-¿Alguno que deteste hasta el vómito?

Respuesta.- Últimamente hay algunos, lo que pasa es que no me gustaría que fueran personajes históricos.

Pregunta.- Dígame algún nombre. La Historia esta llena de “malos-malos”.

Respuesta.- Algún “malo-malo”…, mira, con la educación que tuve, nos enseñaban que los malos siempre estaban en el mismo lado. Con esto no quiere decir que reniegue de mi educación, porque luego he leído y, efectivamente, algunos fueron muy malos: los que se llevaron el oro, personajes que en la Guerra Civil hicieron perrerías… pero no quiero entrar en la Guerra Civil. (Piensa) De pequeño, estudié a un personaje, Pedro I, El Cruel. Su sobrenombre me llamaba la atención. Luego, cuando leí un poquito sobre este señor, resultó que luego no era tan malo. Al final, como las hojas de los libros se van pasando, depende luego del caleidoscopio con el que mires las cosas: uno es malo, luego no es tan malo, para otros es un héroe…

Pregunta.-¿Cree que el español medio es consciente de la Historia del país en el que nació o en el que vive?

Respuesta.- Creo que hay un ADN histórico. Si después de 500 años, siendo un país de los más viejos de Europa, no hubiera un sentimiento, un ADN, incluso para los que reniegan de él… Claro, aquí hay una contradicción: quienes reniegan del país, quienes quieren romperlo, lo hacen porque saben que esto está unido. En ese aspecto, tenemos un toque asiático, el yin y el yang, ¿sabes?

Pregunta.- Juzgar la Historia con una visión del presente es….

Respuesta.- Un error. Soy incapaz de juzgar a los señores de Altamira porque se comían, yo qué sé, la carne sin cocinar. Me parece un anacronismo, una crueldad, una ignorancia y una prepotencia.

Pregunta.- ¿Cuál fue el primer acontecimiento del que informó usted y pensó: “Esto tendrá una trascendencia de la leche”?

Respuesta.- El 11-S. Estaba en la redacción de Telecinco y, en aquella época, llevaba la información económica. Estaba en la bolsa. Y ese día, realmente, me asusté en el sentido de: “¿Qué está pasando, y qué va a pasar mañana?”. Noté que estaba ocurriendo algo muy importante. En aquel momento, no sabía describirlo. Con un poquito de proyección, si vemos lo que ha pasado en los últimos veinte años, casi todo tiene que ver, en gran medida, con el 11-S. Cuidado: igual el 11-S fue un desencadenante de algo que estaba ocurriendo.

Pregunta.- ¿Y el último?

Respuesta.- La pandemia va a ser algo que nos va a marcar. No sólo a nuestra generación: también a generaciones posteriores. Yo soy muy pesimista con lo que está ocurriendo. Creo que nada va a ser exactamente igual a como lo hemos conocido. Los hábitos ya están cambiando: de higiene, de relaciones sociales, comerciales, de trabajo…

Pregunta.- Para finalizar, pido al secretario general de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV) que recomiende a los lectores de FD Magazine un buen caldo manchego.

Respuesta.- Cualquier vino que pertenezca a cualquier DOP o IGP de Castilla-La Mancha merece su recomendación, pero el buen vino no es el que más se bebe: es con el que mejor se acompaña.

“La pandemia va a ser algo que nos va a marcar. No sólo a nuestra generación: también a generaciones posteriores”

Pedro Carreño

Entrevista a Raquel Martínez

Jesús Fernández Úbeda

Raquel Martínez (Palencia, 1979) admira “la valentía y la lealtad de los Tercios españoles” y se pregunta dónde quedaron valores como la fraternidad, la disciplina o el “cuidado extremo por su honor”.

Castellana criada en Sevilla, esta periodista, que inició su carrera profesional en RNE y la ha continuado en TVE –actualmente, presenta el informativo vespertino del Canal 24 Horas durante el fin de semana–, considera que la Historia de España demuestra que el nuestro ha sido un país “consciente de sus posibilidades” y que, pese a sus limitaciones, ha luchado por superarlas o reducirlas. “Lo cual –lamenta– contrasta negativamente con la visión actual que tengo”.

Conversamos en El Kártel de Malasaña, un restaurante mexicano sito en la
calle San Vicente Ferrer, entre sombreros de mariachis y calaveras policromadas.

Pregunta.- Señora Martínez, si yo le digo “Ferrer-Dalmau”, usted me dice…

Respuesta.- El Glorioso, con mayúscula y sin ella.

Pregunta.- En una entrevista que concedió a Carrión Digital, dijo que siente envidia por “los optimistas antropológicos”. ¿Por qué?

Respuesta.- Porque se ahorran los disgustos que tenemos los que andamos con los pies en la tierra. El optimista antropológico es de donde procede el optimista excéntrico actual, ése que está convencido de que cualquier tiempo pasado fue siempre peor y de que el mundo aspira única y exclusivamente al paradigma de una vida mejor.

Pregunta.- ¿Un optimista es un pesimista mal informado?

Respuesta.- O bien manipulado, según se mire.

Pregunta.- Y, como segunda parte de la pregunta anterior, ¿la Historia de España lo demuestra?

Respuesta.- La Historia de España lo que demuestra es que éste ha sido un país consciente de sus posibilidades y que a pesar de sus limitaciones ha luchado por superarlas o, en el peor de los casos, por reducirlas. Lo cual contrasta negativamente con la visión actual que tengo de país aferrado al estancamiento y al conformismo cada vez en más aspectos, bien por desconocimiento, por desidia o por mero optimismo (¡antropológico!).

Pregunta.- ¿Cuál fue el primer acontecimiento del que informó usted y pensó: “Esto tendrá una trascendencia histórica”?

Respuesta.- La muerte de Augusto Pinochet.

Pregunta.- ¿Y el último?

Respuesta.- Cuando, en marzo, el Gobierno decretó el Estado de alarma en España por coronavirus.

Pregunta.- ¿La pandemia de la covid-19 supone un antes y un después en la Historia de la Humanidad?

Respuesta.- Espero que se quede sólo en un punto de inflexión más que sumar al devenir histórico.

Pregunta.- ¿Saldremos mejores?

Respuesta.- Albergo la esperanza de que salgamos menos anestesiados y con más amor propio.

Pregunta.- Centrémonos en la Historia de España. ¿La Historia de nuestro país tiene un plus de originalidad con respecto a la de otros países?

Respuesta.- Partiendo de que original es aquel que no copia ni imita a otros, por supuesto. Hemos sido primera potencia mundial durante siglos y hemos destacado en todo. Otra cosa es que sepamos vendernos igual de bien que lo hacen otros países sin tener la décima parte.

Pregunta.- ¿Cuál es el episodio de nuestra Historia que más le llama la atención?

Respuesta.- La defensa de Cartagena de Indias durante el asedio británico.

Pregunta.- ¿Y el que más le avergüenza?

Respuesta.- El actual.

Pregunta.- ¿Algún personaje al que admire especialmente?

Respuesta.- Alabo la valentía y la lealtad de los Tercios españoles, tanto en el campo de batalla como fuera de él; ese cuidado extremo por su honor y su reputación, su disciplina y sentido del deber, el alto grado de compañerismo, de fraternidad… ¿Dónde quedaron esos valores?

Pregunta.- Por cierto, he leído que, en 2004, presentó en RNE una biografía radiada de Isabel la Católica. ¿Qué me puede decir de ello?

Respuesta.- Que es uno de los recuerdos más preciados que tengo… Historiadores de la talla de Julio Valdeón Baruque, Luis Suárez, Enciso Recio, Tarsicio de Azcona o Alvar Ezquerra me descubrieron de primera mano a una mujer de mucho carácter, fuerte de voluntad, pero cariñosa en el trato, llena de energía y autodeterminación, una mujer piadosa, con rectitud inquebrantable y amplio sentido de la justicia. Los libros de texto deberían ahondar más en los personajes clave de nuestra historia.

Pregunta.- ¿Y podría decirme algún personaje histórico que le provoque arcadas?

Respuesta.- Digamos que con Fernando VII tengo una digestión pesada… Con su padre, además, la acidez se me dispara.

Pregunta.- Ha sido muy crítica con quienes, en EEUU, destrozaban estatuas de Cervantes o de fray Junípero Serra. ¿Por qué?

Respuesta.- Primero, porque esos actos vandálicos rozan lo sacrílego: no existe el derecho a pisotear o a burlarse del legado de nadie. Y segundo, porque el que olvida sus raíces, pierde su identidad. Y sin identidad somos pasto seguro para las llamas del servilismo.

Pregunta.- ¿El presentismo es una peste difícil de curar?

Respuesta.- Nuestro deficiente sistema educativo suele afrontar el análisis del pasado desde una mirada contemporánea, por lo que la mayor parte de los hechos tienden a la anacronía. Y así es como nos mantienen pivotando entre la distorsión y el disparate. Luego pasa lo que pasa…

Pregunta.- Tengo la sensación de que, a grandes rasgos, la izquierda (partidista, o cultural que orbita en torno a un partido) sólo se ocupa de los trapos sucios de la Historia de España, mientras que la derecha no hace otra cosa que santificar, ocultar la mugre, que también la tenemos. Es una especie de combate entre la “Leyenda Negra” y la “Leyenda Rosa”. ¿Qué piensa al respecto?

Respuesta.- Que como dice uno de mis escritores de referencia actuales, Carlos Marín-Blázquez, “la historia, para el sectario, es todo aquello susceptible de alterarse”. Por engaño o por omisión, lo mismo me da.

Pregunta.- ¿El nacionalismo, ya sea el periférico, ya el centralista, se ha adueñado del relato histórico? De Cataluña, sobre todo, llegan unas cosas…

Respuesta.- Hombre, teniendo en cuenta que hay instituciones que defienden que la Historia la han escrito los ‘exterminadores de Cataluña’, qué quiere que le diga… Semejante disparate me provoca risa y tristeza a la vez. Lo que sí percibo es que cualquier relato actual, y no sólo el histórico, cada vez nos llega con más dosis de demagogia o manipulación: para mí el nacionalismo no deja de ser una más.

Pregunta.- Para finalizar: ¿por qué cree que en España no hay un Museo de Historia Nacional?

Respuesta.- Ni idea. Pero se me ocurre que podría ser por el mismo motivo que se quiere arrinconar nuestra lengua, ocultar nuestra bandera, diluir nuestras señas de identidad, destruir a la familia o acabar con nuestras costumbres y tradiciones, por no hablar de hasta cambiar nuestros horarios: ¡sería un símbolo de UNIDAD! Y ya se sabe: “Divide y vencerás”

“Sin identidad, somos pasto seguro para las llamas del servilismo”

Chema Alonso

Entrevista a Iker Jiménez

Jesús Fernández Úbeda

Iker Jiménez (Vitoria, 1973) no cree en la división izquierda/derecha y sostiene que hay que ser libre, «también para analizar la historia». Desprecia el presentismo, se deleita con Goya –«el artista supremo»– y se enorgullece de ser de un país «depositario de mil pueblos, razas, culturas, genios y gestas».

Hijo del galerista de arte Pedro Ramón Jiménez y de María Elizari, niño al que le apasionaron los dinosaurios y admirador de Félix Rodríguez de la Fuente, este periodista reina explorando, investigando y explicando asuntos tenebrosos, no siempre paranormales, infinitamente inquietantes.

Cuarto milenio, Milenio 3 y, ahora, Horizonte: Informe Covid, por citar sólo tres ejemplos, han sido arropados por la crítica –Jiménez ha recibido varios premios, como la Antena de Oro y el Ondas– y, sobre todo, por un público multitudinario y fiel. También es autor de varios libros. Conversamos para FD Magazine

Pregunta.- Señor Jiménez, si yo le digo Augusto Ferrer-Dalmau, usted me dice…

Respuesta.- Un artista especializado en algo complejísimo.

Pregunta.- Antes de entrar en materia histórica, permítame una incursión prehistórica: me ha alegrado saber que le encantaban los dinosaurios. Soy un paleontólogo frustrado. ¿Por qué cree que esos seres fascinan tanto al personal?

Respuesta.- Son un ejemplo del misterio de la vida antes de la Humanidad. Su colosalismo, sus formas casi propias de los sueños. Son los monstruos reales que vivieron en un mundo inconcebible. No atraen porque todo en ellos es un enigma.

Pregunta.- Pasemos del Mesozoico a la actualidad: ¿hasta qué punto, señor Jiménez, cree que será crucial la pandemia de la covid-19 en la Historia de la Humanidad? ¿Parirá el coronavirus un mundo nuevo?

Respuesta.- Sí. Y no me gusta lo que veo. Ha dejado claro el egoísmo de nuestra especie. Y la mezquindad de las políticas. Es un espejo terrible.

Pregunta.- ¿La covid-19 ha sido una cura de humildad para el ser humano?

Respuesta.- Ha sido y es un misterio que nos muestra que el castillo de naipes se puede caer en cualquier momento. Y que el verdugo puede ser algo aparentemente insignificante, invisible.

Pregunta.- Hablemos de Historia de España. ¿La Historia de nuestro país tiene un plus de originalidad con respecto a la de otros países?

Respuesta.- A mí me parece la historia más maravillosa que existe. Sin parangón. Que pena que la vendamos tan mal.

Pregunta.- ¿El presentismo (mirar hechos pasados con los parámetros sociales y morales de hoy) es una peste?

Respuesta.- Como la Peste Negra. Muestra de la idiocia que nos lleva.

Pregunta.- ¿Cuál es el episodio de nuestra Historia que más le llama la atención?

Respuesta.- El nacimiento del arte, la conciencia, la religión, el lenguaje y posiblemente el pensamiento humano moderno en un puñado de cuevas paleolíticas del Cantábrico. Es tan asombroso que parece casi inconcebible. El Salto Infinito.

Pregunta.- ¿Y cuál es el que más le desagrada?

Respuesta.- La Guerra Civil, cada vez que la observo, me parece más terrorífica. Tuvo que ser algo tan cainita que es difícil imaginarlo

Pregunta.- ¿Algún personaje al que admire especialmente?

Respuesta.- Goya. Para mí es el artista supremo. El buceador en el inconsciente colectivo. Un genio asombroso. Un elegido.

Pregunta.- ¿Y alguno que le genere un odio africano?

Respuesta.- Muchos. No caben en el folio.

Pregunta.- ¿Por qué a no pocos españoles le avergüenza la historia de nuestro país?

Respuesta.- Es una campaña de marketing, pasado y presente, muy bien orquestada. Es una pena. Una maldición. Tan absurda como real. A algunos les encanta. Es un enigma que no comprendo. FD MAGAZINE

Pregunta.- ¿Y por qué, en España, la Historia es un arma arrojadiza desde el punto de vista ideológico?

Respuesta.- Somos un pueblo sanguíneo que Goya retrató muy bien en los Desastres de la Guerra o en las maravillosas e incomparables Pinturas Negras. Hay luces y sombras muy fuertes en nuestro ser desde siempre. Somos un país envidioso, irascible, también genial. La mezcla es explosiva.

Pregunta.- Tengo la sensación, puede que equivocada, de que la izquierda sólo se ocupa de los trapos sucios de la Historia de España, mientras que la derecha no hace otra cosa que santificar, ocultar la mugre, que también la tenemos. ¿Lo comparte?

Respuesta.- Hace mucho tiempo que dejé de creer en esa división. O más bien nunca me la creí. Hay que ser libre. Esa es la misión más complicada también para analizar la historia. Sí le diré que hay algunos que se han empeñado especialmente en ningunear el espíritu de un pueblo maravilloso. De un país que es un mundo. Empezando porque no creen en el espíritu de nada. Tampoco en el de su tierra, claro.

Pregunta.- ¿El nacionalismo, ya sea el periférico, ya el centralista, se ha apropiado del relato histórico?

Respuesta.- Todo el mundo se apropia del relato, evidentemente. Casi todo es marketing y campaña. Consigna y medias verdades.

Pregunta.- Y, para finalizar, ¿por qué cree que no hay un Museo de la Historia de España

Respuesta.- Por todo lo que me han preguntado aquí. Un país que tiene Altamira y Goya, el descubrimiento del Nuevo Mundo y tantas cosas alucinantes sin parangón. Resulta que no nos sentimos orgullosos. Yo sí lo estoy y creo que ser español es ser depositario de mil pueblos, razas, culturas, genios y gestas que nos conforman. Renegar de eso es terrible.

“España es un país envidioso, irascible, también genial. La mezcla es explosiva”
Iker Jiménez

Entrevista a David Muñoz «ESTOPA»

Jesús Fernández Úbeda

Va una confesión antes de comenzar la faena: por costumbre y, sobre todo, por respeto al interlocutor, siempre planteo las entrevistas utilizando el “usted”, incluso cuando el entrevistado es un buen amigo. Pero, en el ecuador de la conversación con David Muñoz (Cornellá de Llobregat, 1976), la mitad vocalista y lírica de Estopa, ese “usted” nos sonaba tan artificial, tan plastificado, tan impostado, que decidí/decidimos publicar la conversación sin aditivos, tal cual fue, al natural. Lo contrario, lo formal, nos chirriaba a ambos.

Tanto David como su hermano Jose –así, en llano, sin acentuar– son antónimos de conceptos como “farfolla”, “pompa” o “pedantería”. Carne de un libro del periodista Jordi Bianciotto (El libro de Estopa, Espasa, 2020), los hermanos Muñoz han conquistado los ochomiles de la música en español, que no es lo mismo que la música española, con humildad y con voracidad, jugando limpio, con mucho sacrificio y mucho duende, con discos memorables y temas que revolucionan el cuerpo y el alma.

Con la gira Fuego aplazada por evidentes motivos coronavíricos, en estos momentos, están inmersos en la composición de una nueva colección de canciones que desembocarán en su próximo álbum. Hace unos meses, durante una entrevista que les hice para Zenda, descubrí que eran amantes de la Historia y, por ello, en FD Magazine ponemos luz y profundizamos con David Muñoz sobre esta no tan conocida cara de uno de los compositores más importantes de la historia de la música no española, insisto, sino en español.

Pregunta.- Querido David: si yo te digo Augusto Ferrer-Dalmau, tú me dices…

Respuesta.- Que ni mi hermano ni yo somos expertos en pintura y que, aunque habíamos oído hablar muy bien de él en alguna crónica de Pérez-Reverte, su obra nos era lejana. Es como un cómic ultrarrealista, ¿no? Momentos vívidos de viejas batallas, he interpretado. Escuela de Goya quizá… ¿La degollá? (risas). No sé yo mucho de esto… no me hagas caso. Lo que sí he notado es que cuando veo esos soldados tan reales pintados en plano subjetivo, como si el observante fuera el enemigo, de esa forma tan real, el autor consigue dar miedo. Es como si vinieran a por mí.

Pregunta.- Durante la entrevista que os hice a ti y a tu hermano en Zenda, descubrí que os gustaba la etimología. El hecho de conocer e investigar el origen de las palabras, ¿os ha ayudado a la hora de componer? Supongo que la cosa puede dar mucho juego…

Respuesta.- Por supuesto. En tercero de BUP, allá por el siglo pasado, teníamos una asignatura optativa que se llamaba Lexicografía recreativa. Se trataba de conocer para qué sirven las palabras. Por ejemplo, me preguntaba: “¿qué hace el tiempo? Pues transcurrir. ¿Y el sudor? Pues escurrirse”. De esta manera, las palabras cobran vida y dan valor a la historia que se quiera escribir. Y, claro, para ello, conocer la etimología, el origen, es básico para poder jugar con los significados y los significantes. El castellano, como otras lenguas de la península, tiene en su origen aportaciones muy distintas y variopintas: latín, griego, árabe, godo… Eso las hace riquísimas.

Pregunta.- En esa entrevista también descubrí que os gusta la Historia y que leéis muchos libros, ya sean ensayos o novelas, que orbitan en torno a la materia. ¿Por qué?

Respuesta.- No sé qué tiene la Historia que me hace tan adicto a ella. Me da igual que sea verdad o no. Me flipa que alguien me cuente un buen cuento que haya “pasado” y que, al menos, pretenda ser real. El ser humano es muy antiguo. Mucho más de lo que algunos creen, sospecho. Eso lo hace protagonista de muchas aventuras y cuentos, tragedias y comedias, historias ciertas y mitos inventados. El pasado está ahí fuera. Debemos mirar hacia él porque es lo único a lo que atenerse.

Pregunta.- Cuando alguien utiliza la fórmula, en parte rimbombante, en parte acertada, de “Estopa: historia de la música española”, ¿qué piensas?

Respuesta.- Es un piropazo, sea verdad o mito. Si es mito… pues casi mejor, porque es lo que une a la gente al fin y al cabo. Además, son mucho más duraderos.

Pregunta.- Algo habréis hecho bien. ¡Hasta sois carne de libro!

Respuesta.- Sí que somos carne, pero de cañón. Nos enorgullece muchísimo que se cuente con nosotros para proyectos que nada tienen que ver con nuestros discos o conciertos. Alucinamos cuando nos llamaron de la compañía Mayumaná para hacer un musical solo con nuestras canciones, y flipamos cuando la editorial Planeta nos sugirió hacer un libro sobre nuestro mundo a cargo del genial Jordi Bianccioto. Alguna vez surgió el tema de hacer una peli pero, amigo mío, si algún día hiciéramos una peli, sería una de ciencia ficción en la que saldrían ovnis, zombis y algún cantante loco. Nada de obreritos exóticos que triunfan y consiguen su sueño.

Pregunta.- Volviendo a la Historia, ¿sobre qué episodio o personaje histórico os gustaría hacer una canción?

Respuesta.- Me alegro que me haga esa pregunta (risas). Precisamente ahora, estamos enfrascados en una sobre el rey David, que me parece un personaje fascinante y no porque me llame como él… o a lo mejor sí. La cuestión es que lo tiene todo: a veces es buenísimo y a veces es un chungazo. Sugiero leer el episodio de los prepucios (Samuel 18:25-27), que es increíble. La letra de nuestra canción empieza diciendo: “Estaba el rey David / tocando la lira, / buscándose la vida por las calles de Israel / con su profeta Samuel”.

Pregunta.- ¿La Historia de España tiene un plus de originalidad con respecto a la de otros países?

Respuesta.- La verdad es que sospecho que todas las historias de todos los países tienen un plus de originalidad para quien vive en ellos. La Historia de España me parece muy original, pero si la comparo con las historias de Egipto, Israel, Irak o cualquier país del torrente fértil, se me queda más normalita. Me parece a mí, es sólo una opinión personal.

Pregunta.- ¿Cuál es el episodio de nuestra Historia que más te llama la atención?

Respuesta.- Quedarte con un momento histórico en especial es difícil, pero si tengo que elegir, me quedo con la época prerromana. La de los íberos. Al no haber podido descifrar su lengua, pues no se sabe prácticamente nada sobre sus historias y leyendas. Eso nos da pie a imaginar, y en la imaginación surge el verdadero mito, ese que puedes moldear a tu gusto y adaptarlo a tus necesidades. Me gusta pensar que los íberos eran lo más.

Pregunta.- ¿Y el que más te desagrada?

Respuesta.- También es difícil quedarte con el peor momento. Habrá que imaginarse un momento en el que la gente fuera infeliz, insatisfecha, llena de prejuicios y de máxima desigualdad. Francamente, me viene a la mente el momento actual.

Pregunta.- ¿Por qué en España la Historia es un arma arrojadiza?

Respuesta.- Insisto en que aunque, efectivamente, en España los “hunos”, los “hotros” y los de más allá utilizan su interpretación de la Historia para defender sus convicciones, tampoco es algo específico de España. Que se lo pregunten a los estadounidenses, a los irlandeses católicos y protestantes, a los argentinos, a los venezolanos, a los cubanos o a los rusos, a ver qué se cuentan. Ellos pecan también de lo mismo. Utilizan la Historia como arma. Por eso creo que los países son todos iguales, como los hombres.

Pregunta.- ¿Estás al tanto de la polémica Leyenda negra vs. Leyenda rosa?

Respuesta.- Pues eso, que cada uno interpreta unos hechos objetivos de manera bien distinta. Los “hunos” dicen que Colón, Hernán Cortés o Pizarro eran como una ONG. Las Hermanitas de la Caridad, vaya. Que no hubo genocidio alguno y que se portaron genial con el pueblo nativo suramericano y, además, los culturizamos. ¡Chúpate esa! Luego, los “hotros”, dicen que si el genocidio de los españoles es el más terrible de la Historia de la Humanidad y que somos los más perros… A estos les recordaría que no se ve mucho piel roja entre el perfil del ciudadano medio norteamericano. ¿Se han extinguido solos? Permítame que dude. Entre la Leyenda Negra y la Leyenda Rosa, yo me quedo con la Historia gris.

Pregunta.- ¿Crees que, en las aulas, se enseña Historia de una manera adecuada?

Respuesta.- No puedo saber lo que ocurre en la actualidad. Yo tuve la suerte de tener los mejores profesores del mundo: Luis Antonio, José Luis… Ellos me enseñaron a ser crítico, la diferencia entre causalidad y casualidad histórica, el determinismo… Recuerdo una pregunta de examen: “Si Hitler hubiera muerto en la Primera Guerra Mundial, cuando era cabo chusquero, ¿hubiera habido Segunda Guerra Mundial?”. Lo fácil habría sido contestar que no, como en Regreso al futuro o Terminator (si los robots viajaban al pasado y eliminaban a Sara Connor, no nacería el líder de la resistencia humana que en el futuro les daba problemas), pero la respuesta correcta era la de que probablemente sí hubiera habido guerra. La Historia no depende de una persona, sino de muchos más factores.

Pregunta.- ¿Se ha adueñado el nacionalismo, ya sea periférico, ya sea centralista, de la divulgación de la Historia?

Respuesta.- Eso tampoco lo sé. En mi época de estudiante, desde luego que no; ahora no sé que decir.

Pregunta.- Para finalizar: hablando con el exministro Borrell, éste me advirtió de que en nuestro país no existe un “Museo de la Historia de España”. ¿A qué se debe esto: pereza o mala idea?

Respuesta.- No me había dado cuenta de eso. Teniendo el Museo del Prado, el Museo Dalí, el Museo Picasso y el Museo del Jamón, se me había pasado.

“Entre la Leyenda Negra y la Leyenda Rosa, me quedo con la Historia gris”
David Muñoz