Antonio Santamarina
Javier Nart es un hombre que ya estuvo en política, Partido Socialista Popular y PSOE, que ahora vuelve con Ciudadanos, y que no es, en absoluto, un político al uso.
Su coherencia y compromiso con los fundamentos básicos de la sociedad hará chirriar más de un gozne de ese mundo acomodaticio en el que vive la inmensa mayoría de la clase política de nuestro país.
No llega a la política para vivir de ella, como la mayoría de los que se arriman a las formaciones políticas buscando la ubre generosa de la que alimentarse. Fue corresponsal de guerra, es abogado de gran prestigio y llega con las ideas firmes y muy claras. Seguro que a más de uno, le resultará molesto.
Pregunta.- Es usted un hombre que ha recorrido el mundo, un abogado de prestigio. ¿Cómo deja todo ahora, lo aparca, y toma esta decisión de entrar en política con Ciudadanos?
Respuesta.- Porque Ciudadanos es el único movimiento social en el que priman los valores de la ciudadanía sobre los valores reaccionarios, de la identidad brutal, tribal, clónica, o supuestamente nacional. Siempre he creído que lo fundamental son conceptos horizontales, sociales: solidaridad, igualdad… Que mi identidad soy yo y mi circunstancia, y que no hay un referente mítico de la Patria, eso es franquismo. Cuando se determinaba cómo tenía que ser la Patria y había alguien que la inscribía en el Registro de la Propiedad, una patrimonialización de lo que es de todos. Ciudadanos es un movimiento ciudadano, es un movimiento de integración, de solidaridad, de respeto a la igualdad, conceptos que hoy se convierten casi en subversivos y revolucionarios, y por esta razón yo me integré en él.
Pregunta.- Pero ésos son, se supone, los valores que defienden partidos socialistas, de los que usted proviene, ¿no?
Respuesta.- Yo vengo primero del Partido Socialista Popular, y después del Partido Socialista de Cataluña – PSOE. Y francamente, un partido supuestamente socialista, cuya definición fundamental todas las mañanas cuando se levanta es si son suficientemente nacionalistas, indistinguibles de la derecha anacrónica identitaria, de Convergencia, diría que, intelectualmente, están sodomizados por el pensamiento hegemónico, el nacionalista separatista. La izquierda ha perdido sus referentes, de los que hablaba antes: igualdad, solidaridad, e identidad personal y social, no identidad mítica nacional.
Pregunta.- Y el Partido Socialista de Cataluña, que era un referente total en Cataluña, ¿cómo ha podido caer en esa deriva independentista, absurda?
Respuesta.- No, no, si es que siempre ha sido igual. El control ideológico era el de la burguesía radicalizada, supuestamente de izquierdas, pero cuyo principal problema era la construcción nacional. Y para mí, la construcción es la social. Una sociedad no tiene más referente permanente que su propia identidad histórica. Somos un hecho dialéctico, consecuencia de los aportes que, en cada momento, se producen por las personas que habitamos en un determinado lugar. Somos una sociedad mestiza que va integrando los diferentes valores de las personas que viven en ese lugar. No hay una Patria esclerótica a la que tengamos que referirnos, la Patria perdida de 1714, que además históricamente es falsa. Lo que es fundamental es integrarnos en una sociedad abierta, donde la cultura no sea vehículo de indoctrinación, sino de libertad, y donde no existan coordenadas culturales para ir creando una estructura ideológica a través de un dirigismo cultural. Eso tan revolucionario y subversivo que es la solidaridad, la igualdad y la unidad, que eran valores históricos de la izquierda, en este momento en Cataluña el Partido Socialista los ha tirado por la borda. Y así les va, porque el Partido Socialista de Cataluña cada vez está menos, y desde luego, no se le espera. Y se lo he advertido durante años a su secretario regional, Miquel Iceta, que es un muy buen amigo mío: «Esto va hacia el desastre, y por vuestra indefinición en temas nucleares estáis desapareciendo ».
“Lo de 1714 se ha convertido en la manipulación más grosera de hechos claramente determinados en la Historia”
Pregunta.- Hablaba hace un momento de las falsedades de la «patria perdida» de 1714…
Respuesta.- Lo de 1714 se ha convertido en la manipulación más grosera de hechos claramente determinados en la Historia. La obra más fundamental de lo ocurrido en 1714 se llama ‘Narraciones históricas’, de Francesc de Castellví, que era capitán de la Coronela de Barcelona, que luchó, que fue derrotado y que terminó exiliado en Viena. Allí está en el lugar donde se reúnen todos los derrotados, que se llamaba Casa de España. Comienza a escribirse con todos sus compañeros de la Diputación del General, del Consejo de Ciento, con Rafael de Casanovas, y va recopilando datos y las referencias de unos y de otros, además de sus propios recuerdos. Recoge la realidad de la que fue la Guerra de Sucesión, que no de Secesión; y hay una frase que nuclea todo lo que es el transcurso de la guerra que comienza en 1700, e incluso desde antes de la guerra, y que termina en 1720. Él hace una referencia a las muertes, a la falta de piedad entre los combatientes, al odio de unos contra otros cuando se produce la caída de Barcelona, donde él estaba luchando, jugándose la vida. La frase es: «En aquel momento, España devino homicida de sí misma». La Generalitat de Cataluña no sólo no ha publicado la obra entera, ni siquiera un resumen accesible de la misma. Hace años, una noche estuve cenando con el presidente Montilla, y le propuse que el 11 de septiembre, en la celebración de la Diada, hiciera algo que no había hecho nadie, que leyera la proclama de Rafael de Casanovas, en el monumento a su figura y que está recogida en las ‘Narraciones Históricas’ de Rafael de Castellví, y se la entregué. Se puso a leerla y al final no la leyó en la Diada. O sea, le hacemos un homenaje a Rafael de Casanovas, pero no queremos escuchar lo que dijo. En el año 2006 o 2007, les dije a gente del Partido Socialista que merecía la pena hacer una campaña importante de conmemoración de la Guerra de la Independencia; no del hecho bélico, sino de la configuración social, de la Constitución de Cádiz, donde participaron los catalanes, entre ellos, Antonio de Capmany, que es uno de los referentes, y otros ilustres catalanes. La Junta Suprema de Cataluña envía a los quince diputados catalanes con un mandato específico, como era «defiendan ustedes leyes iguales para todos los españoles». Esto es un hecho social, es la ciudadanía la que coge las armas para defenderse de la invasión francesa y eso va configurando un hecho común. La defensa inicial de tus pertenencias hace que luego se extienda a toda la nación. Y por eso se configura un hecho desde la base, un hecho atomizado, que termina produciendo la integración nacional. La zona de España con la insurrección más fuerte contra el francés, es después de Navarra, Cataluña. Tampoco se ha reivindicado para nada la figura de Agustina Zaragoza, nacida en Barcelona, más conocida como Agustina de Aragón, casada con un sargento de artillería, también catalán. Todo esto no es culpa de los separatistas, es culpa de los imbéciles propios, de los pacatos, de los meapilas, y yo le diría, de los acomplejados, que hay muchos.
“Ciudadanos es el único movimiento social que prima los valores de la ciudadanía sobre los demás”
Pregunta.- En determinadas instancias, se ve bien el patriotismo catalán, y sin embargo no se tolera igual el patriotismo español, que se juzga con más dureza. ¿Por qué?
Respuesta.- Aquí hay algo que no termino de entender. Yo podría comprender que durante los momentos duros del franquismo, la gente tuviera temor a expresarse y de requerir derechos políticos, yo lo entiendo. Pero no ahora. En este momento, lo único que vas a tener es incomodidad social, pero vale la pena luchar por vivir en un país amplio y abierto, porque como no luchemos, vamos a terminar en una sociedad pequeña y cerrada. Yo no tengo ninguna queja de Esquerra Republicana, ninguna. Es un partido honrado, no está involucrado en temas de corrupción de ninguna clase y es un partido que siempre ha defendido la independencia, no ha engañado a nadie. Yo discrepo, pero les respeto profundamente. El único problema en Cataluña es que al quedarte fuera de la verdad revelada y de la verdad oficial, y de la Santa Biblia nacionalista separatista, te conviertes en un hereje. Es la muerte social, sí, pero no pasa nada. ¡Qué más da! ¡A mí qué diablos me importa que no me llamen a TV3, que no esté en ningún medio público de la Generalitat, ni de Cataluña, que no publique en ningún lugar de Cataluña, ni siquiera de lo que tengo profundos conocimientos y experiencia directa sobre el terreno!
Pregunta.- Sí, pero ahí está el caso de Albert Boadella, que se tuvo que venir a vivir a Madrid porque le acusaron de traidor y más cosas.
Respuesta.- El comportamiento de la sociedad catalana ha sido miserable, absolutamente miserable, con Albert Boadella, porque en el momento en que comienza a separarse de la verdad revelada y del pensamiento único, unos le condenan y otros callan. Hombre, cuando tienes una vida dedicada al teatro, como es el caso de Albert Boadella, que es una gran persona y un gran dramaturgo, yo entiendo lo dura que es esta situación.
Pregunta.- Ya en su obra «Ubú president», Boadella hacía aparecer a hijos de Pujol en el escenario con una maleta de la que caían billetes de dinero
Respuesta.- El caso Pujol es el caso Convergencia , porque las comisiones no vienen del cielo, ni del Espíritu Santo, vienen de que alguien da contratos públicos. ¿Y quién da los contratos públicos? Pues la Generalitat. ¿Y quién está allí? Pues Convergencia. Y, ¿quién era el Consejero de Obras Públicas? Pues un señor llamado Artur Mas. Y todo eso hay que investigarlo. Y se va a hacer. Todavía puede haber muchas sorpresas, porque Pujol está teniendo conciencia del abandono y esa conciencia de abandono por parte de los suyos puede hacerle peligroso. Vamos a ver si Jordi Pujol un buen día no se convierte en Sansón en el templo de los filisteos; y no Artur Más en David con Goliat. En Cataluña, con la bandera van tapando la cartera.
Pregunta.- La Unión Europea está en las antípodas del nacionalismo disgregador. ¿Hasta dónde cree usted que puede llegar Artur Más en el desafío que ha planteado?
Respuesta.- Pues hasta el ridículo más absoluto. Porque es que la inmensa mayoría, incluso los grupos políticos que están en contra de una profundización en Europa, en absoluto está por la partición de Europa. Más pretende que las identidades lingüísticas se correspondan a identidades nacionales estatales. Muy bien, si coges el mapa de Europa salen 120 realidades lingüísticas, más o menos. Sería la Europa de los ciento veinte. ¡Una situación tan patética, tan ridícula! ¡Si la Unión Europea se crea precisamente para acabar con los nacionalismos, para superarlos! Pero diré más: ¿En cuántas partes dividimos Italia? Porque Italia era una reunión de reinos y ducados independientes hasta el año mil ochocientos sesenta y tantos, hasta el Risorgimento y la unificación bajo el reino de Saboya. ¿En cuántos ducados y reinos partimos Alemania? En Austria, ¿qué hacemos? Hace unos días, tuve una entrevista con una televisión letona, que estaban exultantes con el derecho a decidir, y les dije que si apoyan el derecho a decidir en Cataluña, tendrán que hacerlo también en Estonia, donde un tercio de su población es rusa. Con una diferencia, claro, y es que en Cataluña no existe discriminación alguna con los derechos políticos. Ellos la tienen y ya se lo dije, «se van a quedar ustedes los letones con una maravillosa Crimea, junto con Estonia, que también va a tener otra Crimea estupenda».
Pregunta.- Usted ha sido corresponsal de guerra. En estos días, asistimos sobrecogidos a la ejecución de algunos de ellos, cuyas imágenes además se difunden masivamente por las redes sociales ¿Sigue teniendo sentido la figura del corresponsal de guerra?
Respuesta.- Yo creo que cada vez menos y te digo la razón, que es lamentable. Considero que hoy día los corresponsales son «encamados o sodomizados». Coges un corresponsal de guerra, le colocas en un lugar, le dices que, dependiendo de lo que haga, puede terminar en la puñetera calle, y a partir de ahí, tú le enseñas lo que tú quieres y no lo que él quiere. Antes era una persona que iba con unas cámaras, que lo que pedía era únicamente asistencia de transporte o acceso al frente, y allí ya se espabilaba él, y en el frente hacía lo que le daba la gana, dentro de los parámetros de seguridad de la unidad con la que estaba. En este momento se produce un fenómeno curioso. Las guerrillas se convierten, no solamente en inaccesibles, sino en peligrosísimas, porque no permiten la llegada de corresponsales, con los que además, se quedan y los degüellan. Y los ejércitos lo que hacen con los corresponsales es encamarlos para después sodomizarlos. Y, por lo tanto, castrarlos. Así que cada vez queda menos espacio para una información libre, porque tienes una información perfectamente dirigida. Los norteamericanos en la guerra de Vietnam sacaron una conclusión clarísima, estaban ganando militarmente, pero socialmente era una guerra perdida. Consecuencia, hay un antes y un después, después de Vietnam. Sobre lo que está ocurriendo con las organizaciones terroristas, se debe dar la noticia, pero sin incidir en más. Porque los terroristas crean un hecho, y lo que necesitan es la expansión del impacto. El terror y la amenaza tienen que ser expansivos. Ahí la prensa debe tener una actitud de comprensión de que esa información es negativa para la lucha contra ese crimen.
Pregunta.- Como estamos con temas militares, ¿qué opina sobre el trabajo de Augusto Ferrer- Dalmau, que en estos momentos, se atreve a plasmar en sus cuadros al ejército con una dimensión humana?
Respuesta.- Augusto es la última generación de un fenómeno cultural de primera magnitud, es el continuador de una saga de pintores catalanes del siglo XIX, como Fortuny o Cusachs, que han sido históricamente la referencia de la pintura militar, que tiene una larga tradición cultural en Francia, en Gran Bretaña, en Alemania. Augusto Ferrer-Dalmau, además de un extraordinario pintor, es un historiador gráfico. Cuando veo un cuadro me dedico a ver si coincide o no con la época, y con Augusto no hay forma de verle un error. Se observa que antes de comenzar a pintar se ha documentado con rigor de la época, de las costumbres, de todos los utensilios que aparecen y que demuestran lo exhaustivo del trabajo previo que realiza antes de plasmar en el lienzo la idea original que él quiere reflejar a través de sus pinceles.
“En España y particularmente en Cataluña estamos en una situación de emergencia social”